jueves, 1 de diciembre de 2011

Ahora sé lo que se siente...


Llevo varios días dándole vueltas a mis propios sentimientos.

De forma arrolladora me ha invadido una tristeza que no entiendo, una sensación de pérdida, de no existencia, que me sorprende más cuanto más lo pienso...

¿Cómo es posible sentir tan cerca a alguien a quien no conozco? Tengo alguna imagen, muchas palabras... y algún que otro gesto. Con todo eso me construyo un personaje, le doy forma, lo moldeo, y el día que desaparece, lo echo de menos.

¿De dónde salen estas lágrimas con las que mi cuerpo me obsequia de la manera más inoportuna con tan solo pensar: ¡56 años!?

¿Por qué tengo esta sensación de injusticia por seguir viva? De no ser nadie, de querer disfrutar cada mínima cosa como un pequeño e íntimo homenaje hacia alguien cuya vida nunca se cruzó con la mía.

Ni siquiera ha sido verdaderamente una sorpresa: mi intuición me avisó, tan sólo unos días antes de que la realidad lo hiciera con el resto del mundo. Como suele ocurrir, no le hice demasiado caso. Tampoco me hubiera servido de nada.

Y ahora reflexiono, y me pregunto, me sorprendo, me observo e investigo a ver si soy capaz de descubrir de dónde viene esta pena...

Y descubro que hay algo mucho más grande de lo que puedo explicar, que hay algo que nos trasciende, que va más allá...

Hay un paso para la humanidad, una obra creada, una nueva forma de ser y de pensar...

Sólo un genio enamorado de su obra puede seguir trabajando en ella hasta el momento en el que deja de respirar.

Y esa es la respuesta a todas mis preguntas: estaba ahí desde el principio, y sólo ahora entiendo cómo me siento: Ahora sé lo que se siente cuando se muere un genio.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Vuestras vidas




Cierro los ojos, me dejo adormecer por el sol y me meto en vuestras vidas. En vuestras palabras insulsas que suenan forzadas por la incomodidad de la piel desnuda, en las conversaciones francas de los niños que no piensan, sólo actúan, en la preocupación de las madres que confundieron su papel en la vida y ya no saben vivir si no es con un peligro cerniéndose sobre ellas.

No os dais cuenta de que no estáis solos, de que el ruido del mar tan sólo oculta vuestros pensamientos, no vuestras palabras, de que en vuestra desnudez sois transparentes y predecibles.

Tratando de ser vacuos me mostráis vuestros miedos y yo leo en ellos como en el libro que guardo para una ocasión mejor, para cuando la vida no me ofrezca historias que descubrir y necesite sumergirme en las que otros idearon para hacerla más sincera.

Y os escucho. Escucho historias que no me pertenecen y que me abren la puerta a mundos en los que no viviré, a familias sin rostro que no existen más que el breve instante en que vuestras voces pasan por encima de mí para perderse en el murmullo de otras voces.

Y os olvido.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Te veo



Te veo y me detengo: no te he oído llegar. 

Acurrucado en un rincón de nuestro hogar sin esquinas, te veo, pequeño Buda solitario, mágico dios sin deidad. Te contemplo y no me oyes. Mejor: no debes mirar.

Has venido a refugiarte, a recordar, a llorar. Te protege tu silencio. Una coraza hecha de promesas, de sufrimiento, de tranquilidad. 

Has venido a alejar las sombras, a dejarte llevar, a respirar con los ojos cerrados, a trasnochar, a madrugar. 

A soñar sueños que fueron, que pudieron ser, que se van... A maldecir y a maldecirme, por ser, por haber sido, por respirar...

Déjame contemplarte, desde lejos, sin moverme, sólo mirarte, aprenderte, nada más. Déjame que te bese en silencio, desde donde sólo llegan los besos que no te he de dar. No mires, no me debes mirar. No levantes los ojos, porque me verás llorar. 



sábado, 12 de noviembre de 2011

Si te quisiera...




Si de verdad te quisiera respetaría tu decisión, te dejaría seguir tu camino, aunque se me partiera el alma, lloraría en silencio y sabría que es lo mejor, que tu elección es sabia y que yo no debo tratar de cambiarla.

Si te quisiera más que a nada, desaparecería, me engañaría a mí misma con una sonrisa y los ojos se me iluminarían al pensar en tu nueva vida. Al pensar que la llenarás de cariño, de caricias, de amores soñados lejos de mí que te harán más feliz de lo que yo nunca podré hacerlo.

Si realmente fueras mi norte, mi guía, mi inspiración y mi sonrisa, no te diría que no habrá más amaneceres, ni te pediría suplicando que los pases junto a mí. No lloraría por dentro ni gritaría por fuera. No te prometería el cielo y las estrellas, ni treparía por un rayo de luna a recoger el halo de la cara oculta para ponerlo a tus pies. 

Si te quisiera de verdad no suplicaría, no lanzaría tu nombre al viento, no escribiría poemas, no te amaría.

Pero no te quiero tanto.

No me dejes...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Puzzles por terminar




Tengo días sin ayer ni mañana,
tengo dos puzzles por terminar.

Tengo juegos que me esperan,
tengo un cuento sin final.

Tengo amaneceres, atardeceres, 
y una foto mirando al mar.

Tengo soles de oro, lunas de plata,
y un escondite, por si me quieres buscar.

Tengo tu voz, tengo mi magia,
una burbuja llena de paz.

Tengo imágenes, voces, olores,
besos que vienen, se quedan, se van...

jueves, 20 de octubre de 2011

Historias sin terminar



Pedacitos de vida que brillan un instante y se disuelven en la lejanía de los recuerdos,se hunden en la sombra de un ayer que fue mañana y que nadie recuerda ya.

Pequeños cuentos sin principio ni final que no hablan de nada, que no terminan bien, no terminan mal.

Recuerdos de vida que quiso ser, que fue, que será. Que confundimos en la niebla del pasado y que se desdibujan al tratarlos de atrapar.

sábado, 15 de octubre de 2011

Sombras



Te construyo rebuscando entre las sombras. Eres esa débil llama siempre a punto de extinguirse, esa estrella que brilla más si no la miras de frente.

Sombras de recuerdos prestados que se funden con más sombras a la luz de un día que apenas brilla. 

Me enseñaron a alejarme y yo aprendí a olvidarte, pero en cada línea de mi cuaderno, entre las sombras, late un pequeño homenaje.  


jueves, 16 de junio de 2011

Una vez más


Una vez más me has decepcionado. Lo peor es que ya lo sabía, por eso estoy aún más sorprendida: se supone que ya no esperaba nada de ti…

En parte creo que no está mal que la gente me decepcione una y otra vez, pues eso debe significar que aún confío en la raza humana, aunque ésta me siga desilusionando. Muy en el fondo se ve que pienso: “esta vez va a ser diferente…”

Pero no.

sábado, 4 de junio de 2011

Puedes contar conmigo



Es mentira. Y lo peor que puedes hacer es pensar que es cierto.

Creerte que voy a estar ahí cuando me necesites es una trampa en la que no debes caer, porque tarde o temprano te querrás apoyar en mi hombro y yo ya no estaré, y el aterrizaje será duro, y te decepcionaré...

Y sabrás que estás solo, que siempre lo has estado, que el camino es tuyo y tú lo tienes que andar, que la persona más importante para mí soy yo misma, y eso no va a cambiar.

Siento ser tan cruda, pero no te quiero engañar: cuando me necesites, no estaré.

Acostúmbrate.

sábado, 14 de mayo de 2011

Sólo un paso más...


Un paso cada vez, ese es el secreto…

Tan sencillo como levantar el pie, adelantarlo unos centímetros y dejarlo caer un poco más allá, sólo un poco. Al principio parece que no me he movido, pero enseguida mi cuerpo se desplaza para encontrar de nuevo el equilibrio, y cuando me quiero dar cuenta he avanzado un poco, y estoy algo más cerca de mi objetivo.

Localizo de nuevo mi centro y lo único que quiero es abandonarlo, desequilibrarme de nuevo para lanzar el siguiente paso.

Miro mi pie y pienso… ¿dónde va a caer esta vez?

lunes, 25 de abril de 2011

¿Y si…?



¿Y si resulta que, a pesar de todo, te echo de menos?

¿…que, inexplicablemente, te siento más cerca cuanto más me alejo?

¿…que no existen razones, sólo deseos?

¿…que me duele la vida si sé que no te tengo?

¿…que trato de escaparme y siempre vuelvo a tu encuentro?

¿…que no me quedo tranquila hasta que no te oigo, te huelo, te beso?

¿…y si resulta que, a pesar de todo, te quiero?

miércoles, 6 de abril de 2011

Despertaré




Un día despertaré y sabré que has sido un sueño.

Que mientras yo te amaba, tú no estabas. Que no eras más que una ilusión, mi delirio, mi deseo.

Que cuando creí encontrarte, que cuando te hallaba, mi corazón latía por nada: el tuyo estaba en silencio.

Un día te desvanecerás… y te empezaré a buscar de nuevo.

martes, 5 de abril de 2011

Quiéreme...


Quiéreme, te doy permiso…

Quiéreme tanto que te duela la vida. Quiéreme a tu manera, sin saberlo, sin pretenderlo.

Quiéreme aunque yo no me entere, aunque yo no te vea, quiéreme cuando no te tengo.

Quiéreme con el alma, con las manos, quiéreme de forma que te tenga envidia el cielo.

Quiéreme en callejuelas, por los rincones, en recovecos…

Quiéreme cuando estemos juntos, cuando estemos solos, cuando ya no nos quede más tiempo.

Sólo hay una línea que no debes cruzar: no me quieras más de lo que yo te quiero.

domingo, 3 de abril de 2011

Ser fuerte...




Me gusta pensar que soy fuerte, que nada puede hacerme daño… que puedo aceptar cualquier cosa con una sonrisa y decir: “vuelve a por otra”… Pero eso es lo que me gusta, o, mejor dicho… lo que me gustaría… La realidad es bien distinta, aunque nunca lo reconoceré, y menos por escrito…

Si me gusta pensar que soy fuerte es porque eso es precisamente lo que más daño me ha hecho en la vida: el no serlo tanto como yo querría… el hecho de sufrir a la mínima de cambio por cosas que al resto de la humanidad se le antojan tonterías…

Y me paso la vida queriendo ser fuerte, y construyéndome a mí misma un poquito más fuerte cada día… me enorgullezco de poder sacar una sonrisa de lo más profundo de mi estómago cada vez que algo (suele ser alguien) me hiere… y me enorgullezco aún más de que esa sonrisa sea completamente sincera: he llegado a creérmela tanto, que estoy realmente satisfecha, y me digo: “lo ves? Ahora soy un poquito más fuerte…Ya casi nada puede hacerme daño!”

miércoles, 9 de marzo de 2011

Me pierdo...



Me pierdo en un mundo que me queda grande, en calles que no llevan a ninguna parte…

En el patio de un colegio que nunca fue mío, en el salón de una casa que apenas recuerdo.

Me pierdo en laberintos sin entrada y en toboganes sin subida. En las tiendas, en el circo, entre la gente. Me pierdo.

Me pierdo cuando te busco y me pierdo cuando no me encuentro.

Entre colores, sonidos, sabores, olores… no lo puedo evitar: me pierdo.

Me pierdo si estoy sola, con los demás me perdí hace ya mucho tiempo.

Me pierdo… y no lo entiendo.

martes, 8 de marzo de 2011

Ídolos



Pero no los ídolos de todo el mundo, esos seres inaccesibles, casi divinos de puro lejos que están. Generalmente personas públicas con la agenda tan ocupada que difícilmente les debe quedar hueco para un amigo más.

No. A mí me encantan los ídolos pequeñitos. Me declaro fan absoluta de esas personas a las que veo cada día, que me cuentan su historia como si no fuera nada del otro mundo y en la que yo leo una vida dedicada a la pasión, al esfuerzo, a la lucha por la supervivencia emocional en un mundo que corre a nuestro alrededor sin dejarnos tiempo para respirar.

Haciendo malabares con las horas del día, y, sobre todo de la noche, para que la vida les dé de sí lo suficiente para avanzar cada vez un paso más en dirección a su sueño.

Luchando por mantenerse erguidos cuando todos los vientos compiten por abatirlos.
Levantando la frente y sacando pecho para aguantar mejor los embites del día a día.
Mirando hacia un mañana que no existe a no ser que lo fabriques hoy.

Son mis héroes, mis ídolos… Cuando me quedo sin fuerzas son el espejo en que me miro, su fuerza me da fuerza y en su vida intento ver la mía.

Yo de mayor quiero ser como ellos…

lunes, 7 de febrero de 2011

Verdad


Qué difícil palabra...

Creo que se refiere a aquello que no soy capaz de reconocer ni siquiera ante mí misma...

jueves, 27 de enero de 2011

Me miras


No me entiendes, pero me miras.

Y me gusta imaginar que me entiendes, que sobran las palabras, que la comunicación fluye sin trabas de tu pupila a mi pupila.

Pero no me entiendes… sólo me miras.

jueves, 20 de enero de 2011

Tres minutos




Tienes tres minutos…

Tres minutos para abrazarme, perderte en mis ojos, hablarme sin palabras, susurrarme al oído, mimarme y hacerme sentir única.

Tres minutos para llegar a la eternidad, volar y hacer desaparecer el mundo.

Para formar parte de mi vida, para ser lo más importante que nunca me ha pasado.

Para tocar el cielo y olvidarnos de que existimos.

Tres minutos…

…porque luego miraré hacia otro lado…