sábado, 14 de mayo de 2011

Sólo un paso más...


Un paso cada vez, ese es el secreto…

Tan sencillo como levantar el pie, adelantarlo unos centímetros y dejarlo caer un poco más allá, sólo un poco. Al principio parece que no me he movido, pero enseguida mi cuerpo se desplaza para encontrar de nuevo el equilibrio, y cuando me quiero dar cuenta he avanzado un poco, y estoy algo más cerca de mi objetivo.

Localizo de nuevo mi centro y lo único que quiero es abandonarlo, desequilibrarme de nuevo para lanzar el siguiente paso.

Miro mi pie y pienso… ¿dónde va a caer esta vez?