A veces la mejor opción es dejar de pensar…
Olvidarse de la realidad, apartarla por un momento, alejarse, volar, soñar…
Soñar con tu mundo ideal, imaginarlo, acariciarlo, dejar que te envuelva, cerrar los ojos, dejarte llevar.
Sentir que es posible, que tu sueño se ha hecho realidad, que nada te impide ser feliz, que han hecho un mundo a medida sólo para ti.
Soñar…
... que no hay fronteras entre tus sueños y la vida real, que todo es posible, que tienes fuerza, ganas, poder, que lo vas a intentar…
… que el mundo te espera, que nada te importa, que nadie te va a impedir ser feliz de una vez por todas, que lo tienes ahí, que ya lo puedes tocar…
…¡qué demonios! ¿Por qué no? ¡Es mi sueño! ¡Lo voy a lograr!
soñar…
... y luego... muy poco a poco... ir volviendo al mundo real.
Poner los pies en la tierra,
y hacer tu sueño relidad.