viernes, 26 de junio de 2009

Sobrenatural


De pronto aparezco ante ti.


Radiante y luminosa me revelo ante tus ojos, te deslumbro, me deseas.


Criaura mágica que se hace mortal. Medio diosa, medio humana. Elfa, ninfa, sobrenatural.


El milagro de un deseo, el gemido de una lucha, la traición de la voluntad.


El aire que respiras, tu aliento más profundo, tu latido, tu despertar.


Te comportas como un niño, hipnotizado, te dejas llevar. Y al cogerme de la mano te estremeces, te resistes, te sonrío y te desarmo. Tus ojos buscan los míos aun sin quererlos buscar. Medio avergonzado, medio ilusionado, sabes que, aunque no puedes evitarlo, caminas hacia el final. Pues mi mirada te quema, te abrasa, te ata, te atrapa… no te puedes echar atrás.


Y te abrazo, y te asfixias, pero no te resistes: te quedas. Y no sabes si es por o contra tu voluntad. Quizá una mecla de ambas. Quizá ya nunca lo sabrás.


En un último abrazo te fundes conmigo, buscas el aire que no llega. Tus pulmones protestan, se quejan, pero es tarde: ya no se hacen oir. Ya estás lejos, estás aquí. Mis ojos te atrapan sin piedad. Y me miras, y sonríes, y me amas, me perdonas. Me amas. Me perdonas.


Ya eres mío.


Para toda la eternidad.


2 comentarios:

Teresa dijo...

No tengo palabras!!!

qué bonito decir lo que has dicho como lo has dicho, que tierno, que inocente......

yrn dijo...

Yo sí tengo palabras...

¡¡¡Gracias!!!