lunes, 23 de febrero de 2009

¿Qué hacer…?



Cuando sólo te apetece llorar, aunque no estés necesariamente triste.

Si lo que quieres es gritarle al mundo que te aburres, que estás cansada.

Cuando la solución parece ser esconderte debajo de las sábanas y olvidarte de pensar.

Y dejar que pase el tiempo. Las horas. Los días.

Sólo unas horas.

Sólo dos días…

Desear llenarte de energía y de nuevo gritarle al sol que te espere, que ya vas. Volver a tener ganas de que tu sonrisa compita con su luz. Cerrar los ojos un instante y decir: “ya está, ya pasó…”

Soltar dos lagrimones. Sentir esa fuerza que renace de las cenizas de un corazón abatido.

Intuir la salida.

Respirar hondo, abrir los ojos, mirar al frente…

… ¡y sonreir!


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yrene, que cosas mas bonitas escribes, realmente has descrito como todos o yo por lo menos, me he sentido en alguna ocasión.
Es precioso, muchos besitos. Marisa.

yrn dijo...

Muchas gracias por tu comentario, Marisa.

Pero sobre todo, muchas gracias por leerme.

Y sobre todo sobre todo, muchas gracias por la alegría que me transmites siempre ;-)

Anónimo dijo...

la mayor parte de las veces, pensar en los seres que queremos nos dá el motivo para levantarnos y luchar. Y buscar la belleza de las cosas que nos rodean, la alegría de la naturaleza, es lo que al final nos devuelve las fuerzas que tantas veces creemos perder. Un besote muy fuerte Yrene.
Jorge C.

yrn dijo...

Muchas gracias, Jorge. Tienes razón, no puede estar más cerca el antídoto contra la tristeza: es todo lo bueno que nos rodea.

Entonces la solución para esos momentos de bajoncillo debe ser... ¡acordarse de que tenemos tan cerca la solución!

¡Besos!